miércoles, 14 de agosto de 2013

El área de metodología. Intervención práctica. Capítulo 5 y último.

En esta última entrada, una vez presentado las etapas, los objetivos, los contenidos y las acciones a realizar, nos centraremos en los protagonistas principales, los futbolistas o "proyectos de futbolistas", y su formación integral.
Todo esta intervención práctica que os hemos estado presentando, se basa en nuestro Método Direccional, el cual es aplicable de igual forma al desarrollo de una escuela de fútbol, como a la construcción de un equipo de fútbol.
En una escuela de fútbol, nos encontramos con niños, jóvenes y adolescentes. Cada grupo, tiene unas características y requiere de unas atenciones distintas. Nosotros os presentaremos cada grupo y os expondremos que atenciones necesitan en cada caso, en función de sus características.
El primer grupo que nos encontramos es el de los niños. En esta etapa el niño aprende por imitación, prácticamente intenta imitar todo aquello que ve, y si el modelo o referente es una persona que respete, será grabado dentro de sí, como algo muy importante.
Benjamines y alevines de nuestros clubes, podrían estar englobados en esta etapa y con ellos será muy importante la utilización del método analítico, apoyado en el juego, como consolidador de acciones.
Seguidamente nos encontraremos con jóvenes dentro de la etapa de infantiles y primer año cadete. Niños con inquietudes y que buscan respuestas a todo aquello que se van encontrando. Quieren descubrir, quieren conocer, quieren ser mejores que el del al lado.
Aprovechemos esto para proponer tareas en donde deban solucionar problemas, propongamos tareas pero sin darles las soluciones y que sean ellos las que las descubran. "Casi sin querer", y tras un descubrimiento guiado, estamos enseñando a los jóvenes futbolistas el CONOCIMIENTO DEL JUEGO. No olvidemos apoyarnos en lo analítico para pulir carencias y en el juego como vehículo transmisor e de unión de todo lo trabajado.
Por último en nuestros clubes, los adolescentes son los protagonistas de la última etapa de formación.
En esta etapa, debemos preparar al futbolista para la realidad, y la realidad no es otra que ganar cada fin de semana, competir y valorar lo conseguido, para no conformarse con lo que se tiene. Ambición y ganas de ganar, serán consignas que debemos grabar a fuego en sus cabezas. Entrenarles como si fueran profesionales, será la mejor manera de prepararles para lo que se van a encontrar.
Al final, podríamos resumir nuestro trabajo desde el área de metodología como la preparación del futbolista para que cuando le llegue la oportunidad (si le llega), el fútbol no le deje fuera por un mal control, una mala intensidad en el pase, un mal uso del cuerpo, una toma de decisión incorrecta o que le falte carácter competitivo.

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