sábado, 13 de julio de 2013

Preparación física y Método Direccional. Introducción a un pensamiento.

Para todos aquellos, que os esté picando el gusanillo del Método Direccional, en las siguientes líneas nos adentraremos en cómo vemos nosotros la preparación física en nuestro método de trabajo.
En esta ocasión, ofreceremos una visión general de este apartado, que muchos encuentran tan importante, dentro de la preparación del futbolista.
Primeramente, entendemos al futbolista como un todo, un conjunto. Pero un conjunto formado por varias partes (la parte muscular, tendinosa,... , de la que se encargaría la preparación física, la parte mental, que se encargaría del conocimiento del juego (táctica + técnica), y la parte psicológica, en donde entrarían las convicciones, las emociones, los estados de ánimo,... ). Estas partes que forman el todo, no las podemos separar, son inherentes al futbolista, y como tal, le acompañan en todo lo que hace.
Por ejemplo, para hacer un cobertura técnica, el futbolista usa su cuerpo, sus músculos, para interponerse entre el balón y el adversario, usa su conocimiento de juego para saber por dónde le vendrá el adversario y hacia dónde deberá ir para tener éxito, y por último si esa cobertura técnica es en un partido donde vaya ganando su equipo y quede poco tiempo, lo hará con más entusiasmo debido a que gracias a que no pierda ese balón, su equipo podrá ganar.
Por tanto, entendemos que no podemos separar la preparación física de lo demás, porque la realidad del juego, nos indica que NO se dan por separado.
Una vez que hemos presentado el entrenamiento como un todo, llega el momento de sentarse, programar y planificar el entrenamiento y diseñar las tareas para nuestro equipo, y por consiguiente a nuestros futbolistas, para dotarles de las mejores herramientas posibles para afrontar los desafíos a los que van a enfrentar.
Como esto, sería muy largo de contar, vamos a dejaros unas reflexiones, a través de unas sencillas preguntas que nos podrías hacer, cualquiera de vosotros.
Pero, ¿no hacéis ningún trabajo sin balón?
Claro que si, hay períodos de la temporada, en donde creemos que es necesario que el futbolistas, sienta el sufrimiento, note dónde puede estar su límite, y en esos períodos, dejamos el balón un poco de lado (15-20 minutos de sesión).
Por ejemplo, momento de la temporada en donde se necesite introducir un trabajo de producción láctica, para elevar ese umbral. Creemos necesario que el futbolista sienta ese agarrotamiento muscular del cuadriceps, ese sabor en la garganta (muchos lo llaman "a ácido láctico"), y eso lo conseguimos sin balón.
¿Cómo diseñáis los trabajos de fuerza?
Durante estos últimos años, tenemos la inmensa suerte de realizar nuestro trabajo en un club de élite, por tanto disponemos de gimnasio completo, dentro de nuestro lugar de entrenamiento.
Aprovechándonos de los recursos disponibles, hemos diseñado un programa individualizado a cada futbolista, para que lo realice fuera de la sesión de trabajo, o antes o después, a elección del futbolista. Este programa, va en consonancia con el trabajo realizado en el campo y enfatiza los puntos débiles de cada uno, con el fin de mejorar su rendimiento (menor incidencia lesional, ganancia de peso, pérdida de peso,... )
¿Cómo planteáis el trabajo de fuerza en el campo?
En varios momentos de la temporada, la fuerza explosiva o la resistencia a la fuerza explosiva cobra protagonismo en nuestros entrenamientos. Para desarrollar esta cualidad, en muchas ocasiones disponemos tareas con salidas desde postas, acabando con acciones de ataque-defensa (atancantes, atacan, defensores, defienden) siempre contextualizadas. 3x2, 4x3, 5x4. En en otras ocasiones, sacamos las tareas fuera y las hacemos de forma analítica, (skipping+salida, etc.), pero estas situaciones las utilizamos más como recuerdo de la cualidad, que como desarrollo de la misma.
Pero no debemos olvidarnos que el juego, no deja de ser un continuo, en dónde aparecen estas acciones que nosotros llamamos Fuerza explosiva y que incrustadas en el juego las llamamos, carrera diagonal fuerte, frenada y medio giro para salir al lado apuesto, aceleración más cobertura técnica más pase, posición defensiva más salida a achicar más volver para despejar balón largo. Todas estas acciones están delante de nosotros, se dan en cualquier tarea que diseñamos y ya son manifestaciones de fuerza explosiva.
Para ser buenos en nuestro trabajo, debemos identificar cuándo y con qué frecuencia se dan esas acciones, para poder cuantificarlas y de este modo amoldar la carga de trabajo, no solamente para que el equipo llegue bien al partido del fin de semana, sino para que continúe progresando día a día, entrenamiento a entrenamiento, partido a partido.

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